martes, 21 de septiembre de 2010

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Observó por la ventana y vio luz dentro de la casa… se acercó tímidamente…
tocó el timbre.
Pero nadie salió, que raro pensó él… hay luz, esperaré un tiempo más.
Nadie salió.
El lobo entristecido se dirigió hacía el bosque, no se detuvo a mirar atrás en ningún momento, al adentrarse en el bosque lloró. Sí, porque los lobos también lloran…
Y pueden amar, por esto lloraba.
Cuando sentía que fue un estúpido al haber ido sonó su celular:
-Hola?
-Hola. (Supo de inmediato quién era)
-tú fuiste quien ha tocado a mi puerta? (ella había alcanzado a divisar su silueta por la ventana)
-Si.- contestó el lobo secándose los lágrimas- como no salió nadie pensé que no estabas (en verdad pensaba que no quería verlo).
-Disculpa, estaba dándome un baño y no pude salir, en verdad lo siento.
-No te preocupes, lo entiendo.
-Puedes venir? Me gustaría verte…
-Supongo que si… (Dentro de él la flama que había intentado apagar durante años se hizo más brillante)
-Te estaré esperando.

Fue caminando lentamente, no tenía deseos de demostrar lo mucho que quería verla, tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no ir corriendo…
Cuando vio su puerta no supo que era más fuerte, si el sonido de las hojas secas al pisarlas o los latidos de su corazón.
Tocó una vez el timbre y esperó, a los segundos salió ella, se veía hermosa (quería verlo y se había arreglado con mucho esmero)
-Hola, pasa…
-Hola, gracias... err toma esta flor, la encontré viniendo para acá (estuvo 2 días buscando una flor de la que había oído hablar de un oso de las montañas, estuvo a punto de perder su vida en un risco intentando obtenerla… nunca se lo diría).

Entró a la casa, no se atrevió a saludarla con un beso.
Fueron a la cocina y ella le sirvió un café, conversaron sobre lo que habían hecho estos años y ella le empezó a hacer muchas preguntas.
-Has pensado en mí? Le preguntó ella.
-Me agradas, supongo que si…( no podía decirle que cada día pensaba al menos unas vez en ella, tenía tanto miedo… no lo podía controlar)
-Yo he pensado en ti, le dijo ella
-Bueno, tu decisión no fui yo, por qué has pensado en mí?
-Estaba confundida pero eso ya ha acabado, piensas mal sobre mí?
-Pienso que hiciste lo que creíste que te haría feliz, no puedo pensar mal sobre ti.
-Esta vez será diferente, te lo prometo…
-Como van tus estudios? (necesitaba cambiar el tema, no podía soportar recordar todo lo que tuvo que vivir)
-Bien, estoy contenta y satisfecha, ya quiero empezar a trabajar…

Así se les pasó toda la noche hablando sobre cosas sin importancia y bromeando…

Nunca se cansaba de su voz, de la luz reflejada en sus ojos, de sus bromas, de su forma de pensar, todas las gaviotas al principio eran iguales ante sus ojos pero con el tiempo aprendió a conocerla. Aunque él fuera un lobo que vive en el bosque y ella una gaviota que vive a orillas del mar él estaba completa y perdidamente enamorado de ella.

Se hizo tarde conversando y el lobo cortésmente lo hizo notar, ella apenada por la despedida se paró y lo acompañó hacía la puerta, en el momento de despedirse él le dio un cuidadoso beso en la mejilla conteniendo con todo su ser las ganas de abrazarla… (No quería decirle o demostrarle todo lo que sentía hasta estar seguro de que era correspondido, necesitaba tiempo, quizás debió hacerlo)

Ella sólo lo miraba intentando perdonarse por lo que le había hecho, podía ver el sufrimiento que vivió a través de sus ojos, lentamente apreciaba como la vida volvía a aquella mirada tan triste.

Abrió la puerta y él salió lentamente, la luna llena iluminaba el mar regalándoles un hermoso paisaje… un campo de diamantes sobre un manto oscuro como la noche (gracias amiga, pensó él)
-Chao, cuídate
-Chao, estoy feliz de volver a verte, regresa cuando quieras.

Se fue a toda velocidad, su corazón iba a explotar de alegría… ella pensaba en él! Esas palabras sin duda no lo dejarían dormir.

Llegó al acantilado, la única forma de llegar a la casa de su amada era a través de un sendero en una empinada quebrada.
Mientras caminaba rememoraba cada segundo de esta noche, elegía sus momentos preferidos y también se imaginaba las cosas que le hubiera gustado decir…
Por fin estaba llegando al fin del sendero, puso su pata sobre una roca para dar un brinco y así pisar tierra segura… tomó fuerzas para saltar pero al momento de dar el impulso la roca se deslizó…
Al momento de tocar el agua sintió una sensación que desconocía, esto es el mar pensó, sus ojos veían la luna a través del agua pero extrañamente se iba alejando más y más de la luz…
-Que puedo hacer? Que alguien me ayude!
Sólo salían burbujas de su boca, ya no le quedaba oxígeno y sus pulmones le provocaban un inmenso dolor…
Entonces supo que moriría, frente a la muerte no tuvo miedo, sólo pensó en las cosas que hubiera querido vivir con ella, su último pensamiento fue:
Perdón por no haberte dicho cuanto te amaba…

Y así lentamente fue hundiéndose hasta que su vista se nubló.

Ella lo esperó cada noche en su puerta durante años… nunca volvió a verlo.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Pensamientos del pasado


Nuevamente me pongo en pie,
Con el cuerpo herido de múltiples heridas,
Mañana será un día mejor… me han dicho.
Sólo atiné a apretar mis puños y seguir viviendo aunque eso fuera mi condena.

Creí haber encontrado esa razón que te dice que la vida vale la pena,
Detrás de un montón de espejos de falsas ilusiones pude ver como se rompían,
Creía poder vivir un futuro puro,
Donde ser sincero era la única forma de ser.

Desilusiones y mentiras…
Si ese es mi futuro,
Entonces quiero tomar mi vida con mis propias manos,
Y acabar con la lucha.

Aunque mi vida sea larga,
Y confunda el lugar donde descansar con el lugar donde moriré,
No me importa…
Tan sólo quiero vivir.

El mismo sueño viene a mí todas las noches,
No importa cuanto desee lo contrario,
No importa como, cuando ni donde,
Tendré el futuro en mis manos y seguiré viviendo.

El silencio no dejaba de gritar,
La desolación me acompañaba,
Ni siquiera podía ver las estrellas en el cielo,
Los árboles ardían bajo el olvido.

Las lágrimas que derramé las tomaré con mis manos,
Permaneceré atento siempre…
Y cuando las lágrimas se hayan secado,
Entonces podré ver mi futuro…

jueves, 2 de septiembre de 2010

De pie mierda!

Ya me sé de memoria las nubes que no están,
Las estrellas que nunca encontraré en el cielo,
Los ríos que nunca llegarán al mar
Y las aves que nunca alzarán el vuelo.

Ya sé que levantarse cuesta,
Más aún si la ausencia está observándote,
Poco a poco uno vuelve a ser uno mismo,
La vida renace a medida que tu ilusión va muriendo.

Al mirar el pasado todavía creo en el futuro,
Ya no me culparé de nada,
Por haber estado sintiendo mi propio dolor,
Ya he resultado herido lo suficiente.

El silencio me ha ayudado a reencontrar mi propia senda,
Muchas veces más tropezaré,
Muchas veces más probaré el amargo sabor de la desesperanza,
Pero a pesar de todo…
Volveré a levantarme firme y orgulloso.